en una conversación habitual, tan habitual como la
llegada de la medianoche, tan habitual como el
renacer del día... Pero entre lo que se hace habitual
por el sendero de lo rutinario, lo mio siempre lo
es por el sendero de lo indispensable, de lo insustituible,
de lo inevitablemente bien amado suceso.
JMZ
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